25 años defendiendo las BIODIVERSIDAD

25 años defendiendo las BIODIVERSIDAD

 

La Diversidad Biológica, o BIODIVERSIDAD, es un término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la tierra y los patrones naturales que conforma.   La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por influencia del ser humano. Esta diversidad forma la red vital de la cual somos parte integrante y de la cual tanto dependemos.

La protección de la Biodiversidad es un tema de nuestro interés.   Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones.     Los productos de la naturaleza sirven de base a industrias tan diversas como la agricultura, la cosmética, la farmacéutica, la industria de la pulpa y papel, la horticultura, la construcción y el tratamiento de desechos.   La pérdida de esta diversidad biológica amenaza nuestros suministros alimentarios, nuestras posibilidades de recreación y turismo y nuestras fuentes de madera, medicamentos y energía. También interfiere con las funciones ecológicas esenciales.

La crisis de la biodiversidad en gran medida se debe a que las acciones humanas están transgrediendo los límites planetarios y cada vez resulta más difícil negar que fenómenos globales como la variabilidad climática, la acidificación de los océanos y la extinción de especies son resultado de la escala y la intensidad de las acciones humanas.   Estas últimas, que incluyen nuestros sistemas productivos y patrones de consumo, conllevan serias implicaciones para el futuro bienestar de la humanidad.

Aunque   Colombia   es   uno   de   los   diez   países   mega diversos,   su   población   no   es   consciente   del   valor   de   la biodiversidad, de los servicios eco sistémicos que de ella se derivan y de la íntima relación que existe entre las comunidades campesinas, indígenas y afro-descendientes, y los hábitats de los cuales se obtiene su sustento.   Las poblaciones urbanas toman decisiones cotidianas que afectan y multiplican las amenazas   directas sobre paisajes prioritarios y objetos de conservación, al tener un consumo y un estilo de vida no sostenible, sumado a la débil implementación de la legislación ambiental, con lo cual se favorece el desarrollo de sistemas productivos insostenibles y hasta ilegales.

Desafortunadamente, Colombia ha seguido un camino en el que el desarrollo ha tenido lugar a costa de la biodiversidad y los ecosistemas. En los últimos años, el área transformada por intervención del hombre pasó de unos.

15 millones a 42   millones de hectáreas en el año, con variaciones en el tiempo y el espacio.   Actualmente, casi la mitad de los 85 ecosistemas clasificados en Colombia se encuentra en estado crítico o en peligro de extinción por su nivel de deterioro, y no es de sorprenderse que la transformación y degradación de los ecosistemas y la extracción incontrolada, o pobremente regulada, se verá abocado a la perdida irreparable de atributos ambientales y será cada vez más vulnerable a los impactos derivados del cambio global.

 

Es Fundamental tomar conciencia sobre la permanente interacción que tenemos los humanos con los componentes naturales en donde se desarrollan nuestras actividades. Hay que lograr que las soluciones planteadas para resolver los problemas ambientales, tengan validez, sean viables y sostenibles en el tiempo.

Artículo Elaborado por: Yolanda Gualdron

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